La primera fase de la crisis financiera se da por cerrada con un 2014 en el que los beneficios vuelven a florecer, pero la segunda, la de afianzar el negocio puramente bancario, no ha hecho más que empezar y las diferencias de partida pueden marcar el camino
Decía Francisco González en la presentación de las cuentas de 2014 que cambiar un banco no es cosa de un día y ni siquiera de unos pocos años. El llegó a la presidencia del grupo en mayo de 1996 (han pasado ya casi 19 años) y se encontró con una entidad que tenía un activo total de 63.577 millones de euros y un beneficio de 370 millones. El Santander, su gran competidor, contaba por aquel entonces con 50.939 millones de activos totales y un beneficio de 315 millones de euros.
Era más pequeño en todo. Durante este tiempo, cada uno de los dos grupos ha seguido derroteros muy distintos fuera de España y la relación de tamaño entre ellos se ha dado la vuelta. Ahora el Santander tiene unos activos totales de 1,27 billones de euros frente a los 651.511 millones de BBVA. Casi el doble.
En beneficios, en 2014 Santander ha ganado 5.816 millones y BBVA se ha quedado en los 2.618 millones. Aquí la relación es de más del doble. Todo esto es fruto de los distintos caminos que cada grupo ha elegido para crecer fuera de España, pero de fronteras hacia adentro también se nota la diferencia.
Dentro de España, Santander tiene en la actualidad una actividad bancaria que mueve unos activos totales de 315.300 millones de euros, cifra ligeramente inferior a los 318.350 millones de BBVA. Sin embargo, el negocio puramente bancario de Santander en España ha dado al banco un beneficio de 1.597 millones en 2014 frente a los 1.032 millones de BBVA. La actividad inmobiliaria de ambos bancos ha arrojado pérdidas de 583 millones para el Santander y 873 millones para BBVA, lo cual agranda aún más la diferencia entre ambos.
El secreto en la Y
¿Dónde está el secreto de este diferente comportamiento? En la rentabilidad que cada uno le saca a su actividad bancaria. Y eso está directamente relacionado con la capacidad de la red de sucursales para generar negocio rentable en todos los segmentos, pero fundamentalmente en el puramente bancario, el de depósitos y créditos, que es el que diferencia a la banca comercial española de otras más sofisticadas pero menos asentadas y con más vaivenes.
Aunque parezca mentira, y a pesar de lo que ha llovido desde que en 1996 llegó a la presidencia de BBVA (entonces BBV), el número de empleados de ambos grupos en España tampoco ha cambiado tanto. En aquellos tiempos BBVA contaba con 25.584 empleados trabajando dentro de nuestras fronteras y ahora cuenta con 28.436 personas en su plantilla española.
El Santander, por su parte, tenía a comienzos de 1996 un total de 27.123 empleados en su negocio español y ahora la plantilla asciende a 24.979 personas. Pero aparte de esta curiosa comparación, entre la que median casi 19 años, dos crisis y una burbuja, lo que nos encontramos ahora mismo es que la rentabilidad del negocio español de BBVA, medida como porcentaje que supone el beneficio antes de impuestos sobre los ingresos totales (margen bruto) de su negocio bancario español es del 15,6%, mientras que la del Santander es del 22,8%, lo cual lleva a la diferencia de resultado existente entre ambas entidades.
Muy interesante
Desagregando aún más las cifras de negocio, pueden verse cosas interesantes. Tanto Santander como BBVA tienen una parte cada vez más importante de recursos de clientes que manejan que no son estrictamente depósitos ni créditos. Son los fondos de inversión y de pensiones, que suponen en ambos casos casi el 14% de los recursos totales de la clientela. Sin embargo, cuando se analizan estas cifras y se comparan con la red comercial de cada uno de los dos comienzan a surgir las diferencias.
Mientras que el Santander tiene una red en la que cada oficina maneja de media algo más de 110 millones de euros de recursos de clientes (contando créditos, depósitos y fondos de inversión y pensiones), las oficinas de BBVA manejan casi 124 millones de euros cada una de media. Esto, que en principio podría ser una buena cosa para el banco presidido por Francisco González, se tuerce sin embargo cuando se desciende un escalón en la comparación.
El número de oficinas de BBVA (3024) es inferior al de Santander (3.511), pero BBVA tiene más empleados en España que su colega (28.436 frente a 24.979). Eso hace que al final la cifra de recursos manejados por cada empleado sea menor en el caso de BBVA que en el de Santander, lo que hace que su plantilla sea menos eficiente, ya que al final Santander gana más dinero que BBVA después de que cada empleado del Santander haya manejado 15,5 millones de euros de media en recursos de clientes frente a los 13,2 millones de cada trabajador de BBVA.
Esta cifra de recursos manejados por empleado es menor incluso que las que registran CaixaBank (13,7 millones) o Popular (13,8 millones) y se sitúa en línea con los 13,1 millones del Sabadell. Pero ahora veamos cuál es comportamiento de las cifras si se retira de los recursos de clientes todo lo que no sean depósitos y créditos, que son la base esencial del negocio de la banca comercial minorista.
En este caso, los recursos manejados por los empleados de BBVA se sitúan en 11,4 millones de media para cada uno, que es la cifra más pequeña de todas. Los empleados de CaixaBank manejan de media 11,8 millones en depósitos y créditos, los del Sabadell 11,9 millones, los del Popular 12,8 millones y los del Santander llegan a 13,4 millones de euros de media.
Las diferencias
Desde el lado de los ingresos, también existen notables diferencias. Si se separan las diferentes fuentes de negocio y se aíslan los procedentes del margen de intereses y de las comisiones, que son los ligados estrictamente a las redes de sucursales a través de la comercialización de depósitos y créditos (se eliminan entre otras cosas los recursos de operaciones financieras, en los que se incluyen plusvalías por ventas de activos y operaciones de banca corporativa), los ingresos típicos de la red suponen para BBVA 5.284 millones de euros, por debajo de los 5.980 millones de CaixaBank y los 6.564 millones de Santander.
Esta ineficiencia de la red comercial de BBVA en España queda algo laminada a la hora de trasladarse a la cifra de beneficio final debido a que los empleados del grupo dentro de nuestras fronteras son de los peor pagados del sector. Si se divide el gasto de personal entre el número de trabajadores en plantilla sólo para la actividad desarrollada en España (y eliminando la actividad inmobiliaria tanto en Santander como en BBVA para hacerlos comparables), se ve cómo el gasto bruto por empleado del banco presidido por Francisco González es de 60.029 euros anuales en 2014, frente a los 77.224 euros del Santander.
El Popular gasta 61.745 euros por trabajador, Sabadell sube hasta los 66.747 euros y CaixaBank alcanza los 82.602 euros anuales. Los ratios de eficiencia (porcentaje de ingresos que se dedican a cubrir los costes de explotación) de ambos grandes bancos en su actividad bancaria española son del 43% en el caso de BBVA y del 49% en el de Santander.
Esto hace que el banco presidido por Ana Patricia Botín tenga más margen para ganar eficiencia mediante recortes de costes generales, por ejemplo reestructurando la red comercial. En el caso de BBVA el problema más que de costes, como puede verse, es de ingresos trasladables a los beneficios.
https://www.capitalmadrid.com/2015/2/9/37008/la-red-espanola-de-bbva-la-peor-pagada-y-con-menor-indice-de-actividad.html